lunes, 28 de septiembre de 2015

Capilla en la que se custodia la Reliquia de Santa Ana, en San Pietro de Bolonia. En la Catedral se venera con especial devoción a la santa madre de María Santísima y se guarda la insigne reliquia en la capilla a ella dedicada, patrona de las madres y de los abuelos, y es invocada especialmente como defensora de la vida naciente.


En 1435 Enrique VI de Inglaterra, tras haber sido coronado Rey de Francia, regaló a Nicoló Albergati la Cabeza de Santa Ana, por su agradecimiento y como reconocimiento del papel fundamental que tuvo Niccoló como mediador en el fin de la "guerra de los cien años". En aquella tarea diplomática por la Paz intervinieron bajo la dirección de Nicoló Albergati, Eneas Sivio Picolomini y Parentuchelli, sus secretarios, y Astolfo da Panico, Conde Palatino de E. S. Picolomini y de Federico de Austria. La reliquia de Santa Ana se encuentra actualmente en la Catedral de Bolonia, donde encontramos también el Blasón de Alessandro Ludovisi.



El blasón de Alessandro Ludovisi en la Catedral de Bolonia. Fue el Papa Gregorio XV, e hijo de Pompeo Ludovisi, que compartó medalla conmemorativa con Girolamo da Panico. Oracio, hermano de Alessandro, se casó con Lavinia Albergati, hija de Fabio Albergati, compañero en Roma de Giacomo da Panico Albergati y sobrino de Vianesio Albergati. 






martes, 22 de septiembre de 2015

Nicoló Albergati en el Concilio de Ferrara actuando como mediador entre los Reyes Europeos y el Emperador de Bizancio.



El 29 de agosto de 1626, Vicente Carducho (c. 1576-1638), pintor del rey Felipe IV, firmó el contrato por el que se comprometía a realizar el ciclo pictórico que celebraba la fundación de la Orden de los cartujos por san Bruno y sus principales miembros, una empresa colosal con la que se pretendía plasmar visualmente diversos episodios de la historia y tradición cartujanas. Se trataba del encargo más completo jamás realizado sobre la orden: una serie de cincuenta y cuatro lienzos de grandes dimensiones y otros dos más, de menor tamaño, que representaban los escudos del rey y la Orden. El responsable intelectual del proyecto fue el padre Juan de Baeza (muerto en 1641), una figura fundamental de la espiritualidad y organización cartujanas que, por lo que sabemos, vigiló atentamente por el cumplimiento de los postulados de la Orden. Juan de Baeza proporcionó al pintor los episodios que debían incluirse en la serie, muchos de ellos inéditos o escasamente conocidos y de los que no había en España representaciones previas. El conjunto se organizó narrativamente en dos partes: los veintisiete primeros lienzos ilustran la vida del fundador, san Bruno de Colonia (1035-1101), desde el momento mismo en el que decide abandonar la vida pública y retirarse a la Grande Chartreuse (valle situado al norte de Grenoble), hasta su muerte y primer milagro póstumo. El segundo grupo está dedicado a glosar episodios significativos de la Orden en las principales cartujas europeas, un recorrido por los siglos XI al XVI que muestra el fuerte impulso fundacional de la Orden así como algunas de sus señas de identidad: el retiro en lugares solitarios de gran belleza y la vida de humildad, mortificación y penitencia, dedicada al estudio y la oración. El ciclo se cierra con un grupo de escenas heroicas que representan episodios de persecuciones y martirios padecidos por algunas comunidades de cartujos a lo largo de los siglos XV y XVI, unas imágenes que pretendían reforzar la fe de los monjes, al tiempo que proyectaban los conflictos religiosos y territoriales de la Europa del momento. La serie se realizó entre 1626 y 1632, tras un laborioso proceso creativo que conllevó la elaboración de numerosos dibujos y bocetos y la necesaria participación de algunos colaboradores. Como la mayoría de las series claustrales de los siglos XVI y XVII, Carducho concibió el proyecto como un conjunto mural. Como ya había demostrado con su amplia carrera, el pintor conocía bien la técnica de la pintura al fresco, la más característica y a priori adecuada para este tipo de ciclos narrativos, al menos en Italia, donde se conocían bien los pormenores de este procedimiento. Sin embargo, la complejidad del proyecto, la ubicación del Paular y la clausura rigurosa de la Orden, probablemente desaconsejaron la utilización de esta técnica. Los grandes lienzos remataban en arco de medio punto, adaptándose a los segmentos góticos del claustro, concebido por Juan de Egas entre 1484 y 1486. El italiano Nicolás Albergati (1375-1443), erudito cartujo, fue nombrado cardenal en 1426. Contó con el favor del papado y fue legado pontificio en el Concilio de Ferrara, en el que gracias a su mediación se alcanzaron importantes acuerdos entre diferentes iglesias y estados. Esa condición de mediador queda reflejada aquí en la escena del fondo, en la que el cartujo ejerce de interlocutor entre varios reyes y el emperador bizantino. En primer término lo vemos arrodillado, vistiendo la capa roja cardenalicia sobre el hábito blanco de los cartujos (Texto extractado de Ruiz, L. en: La recuperación de El Paular, 2013, pp. 185-190).

domingo, 20 de septiembre de 2015

A principios del siglo veinte todavía se mantenía, en el que fue Préstamo de Tabladillo, la costumbre de elegir, además de un alcalde para Folgoso del Monte y otro para las Tejedas, un tercero para todo el valle. Este hecho procede de cuando fue una Encomienda.



Entrada al valle del Préstamo de Tabladillo desde "la Herillina", antiguo Castillo de Xano. Este camino es el tramo que antes del 1500 era Camino de Santiago y que posteriormente ya pasaría por el Acebo.


Cruz de la Orden de Calatrava en el comienzo del Libro de Bautizados de Folgoso del Monte y las Tejedas.

martes, 15 de septiembre de 2015

La Orden de San Antonio y la Orden del Temple.






Hasta finales del siglo XVII, la enfermedad más común en los peregrinos del Camino de Santiago era el "Mal de San Antonio", también llamado "Fuego Sacro", se trata del Ergotismo, producido por el cornezuelo del centeno. Hasta el descubrimiento de la causa de dicha enfermedad se pensaba que se trataba de una castigo divino que debía redimirse mediante la peregrinación a Santiago. A los pacientes con esta enfermedad era frecuente que se les tuviera que amputar algún miembro por lo que se requerían habilidades quirúrgicas para su tratamiento por lo que es razonable pensar que los Doctores Salso fueran cirujanos.


La Orden de San Antonio Abad es un Orden Hospitalaria que se encargaba de los enfermos del mal de San Antón y su símbolo es la Tau y también lo era el jabalí.


 Detalle del Jabalí, símbolo de los Hospitalarios de San Antonio Abad.


 La Tau símbolo de la Orden Hospitalaria de San Antonio Abad.


San Antonio Abad de Zurbarán.

En 1710 todavía existía un Hospital en el Acebo y dependía de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén.


Sello de la Orden del Santo Sepulcro Jerusalén en el Libro de Visitas del Acebo en 1718 por la presencia de "Vizecomisario"  de La Orden para cumplir los derechos.




Prueba de la existencia del Hostital en 1718: Registro en el Libro de Difuntos de 1718 en anotación del archivero de la Catedral de Astorga.


Desde principios del siglo XVII los Doctores Salso se hicieron cargo de los Hospitales del Acebo y de Riego de Ambrós. El de Riego de Ambrós era el de San Juan de Irago que perteneció, en siglos anteriores, a la Abadía de Santa María de Villafranca del Bierzo, dependiente de la Abadía francesa de Cluny, en conflicto con la Iglesia de Astorga por dicha Abadía de Villafranca.





Colegiata de Santa María de Villafranca del Bierzo.